octubre 29, 2004

El ánima de Sayula - Quinta y última parte

El ánima de SayulaYa lo dice el dicho, no hay quinto malo... Apolonio finalmente tuvo el valor para encarar al difunto en pena y pedirle el dinero que, según aquellos que saben (que no son muchos...) tiene escondido. Pero cuál sería su sorpresa cuando el ánima le pide a cambio algo que no esperaba. He aquí la conclusión de esta espeluznante, pero divertida, historia.

-"Por vida del Rey Clarión
Y de la madre de Gestas
Qué chingaderas son estas,
Que me suceden a mi?

Yo no se lo que me pasa.
Pues ignoro con quien hablo,
Este cabrón es el diablo
O mi compadre José.

Buena fortuna me hallé
En esta tierra de brutos,
Donde los muertos son putos
Que garantías tengo yo?

Lo que me suceda a mí
Es para perder el seso;
Si los muertos piden cieso
Los vivos que pedirán?

Venir de lejanas tierras
A buscar aquí la vida
Y mi suerte maldecida
Me depara un trance atroz.

No tener yo mas alhaja
Que la alhaja del fundillo
Y me la pide este pillo
Que dice que ya murió.

Esto es cuanto puede verse
Por las crestas del Demonio
Si lo aflojas Apolonio
De aquí sin culo te vas"

Así el trapero exclamó
Muy pensativo y mohíno
Del pueblo tomó el camino
Y en sus calles se perdió.

Y es fama que cuando oye
Que hablan del aparecido
Receloso y confundido
Se pone una mano atrás.


MORALEJA

Lector:
Si por alguna vez
Te vieres como Apolonio
En crítica situación.

Si tropiezas acaso
Con alguna ánima en pena,
Aunque te diga que es buena
No te confíes jamás.

Y por vía de precaución
Llévate como cristiano
La cruz bendita en la mano
Y en el fundillo un tapón.

Fin.

octubre 28, 2004

El ánima de Sayula - Cuarta parte

El ánima de SayulaSin escuchar los sabios consejos de su esposa, Apolonio ha decidido enfrentar al difunto en pena para pedirle su plata. Mientras atravieza el pueblo en penumbras, el valor que le proporcionaba el hambre se va disipando con cada ruido extraño que escucha y con cada sombra que pasa. Finalmente, al llegar al panteón, las puertas de éste se abren de par en par, y entonces...

Cruza el dintel el fantasma
Mudo, rígido y sombrío
Como el sepulcro frío
Y horrible aborto de horror.

Lleva cubierta la faz
con negro y tupido velo
Y arrastrando por el suelo
Lleva también el sudario.

Aguilar, de espanto yerto
Y erizado su cabello
Con agitado resuello,
Corre tras de la visión.

Y haciendo un supremo esfuerzo
Cual si jugara la vida
Con voz despavorida
De esta manera le hablo:

"De parte de Dios te pido
Me digas cómo te llamas
Si penas entre las llamas
O vives aquí entre nos.

Qué buscas por estos sitios
Donde a los vivos espantas?
Si tienes talegas cuántas
Me podrías proporcionar?"

-"Me llamo Perico Zúrrez.
Dijo el fantasma en secreto,
Fuí en la tierra buen sujeto
Muy puto mientras viví,

Ando ahora penando aquí
En busca de algún profano
Que con la fuerza del ano
Me arremangue el mirasol.

El favor que yo te pido
Es un favor muy sencillo,
Que me prestes el fundillo
Tras del que ando tiempo ha

Las talegas que tu buscas
Aquí te las traigo colgando,
Ya te las iré arrimando
A las puertas del fogón".

Lleno de sorpresa quedó
El pobrecito trapero
Y enchando al suelo el sombrero,
El infeliz exclamó

concluye mañana...

octubre 27, 2004

El ánima de Sayula - Tercera parte

El ánima de SayulaDesesperado por su mala fortuna, Apolonio ha decidido enfrentar a un difunto que pena en el panteón de Sayula, de quién se dice que tiene dinero escondido. Al comentárselo a su mujer ella le pide que desista y deje a los muertos en paz, pero el hambre es canija, y armado del valor que le da su estomago vacío, Apolonio se dirige al panteón...

Envuelto en tinieblas yace,
De Sayula el caserío
Y un aspecto muy sombrío
Allí reina por doquier.

No se oye voz humana
Ni el más ligero ruido,
Solo lejos el aullido
Pavoroso de algún can.

Algún pájaro que cruza
En las tinieblas perdido
Lanza fúnebre graznido
Al ir de su nido en pos.

Y al extinguirse perdido
Que al corazón pone susto,
Canta el tecolote adusto
En el ruinoso torreón.

Negro toldo cubre el cielo,
Y al soplo del viento frío
Gimen los sauces del río
Con quejumbroso rumor.

Lúgubre la noche está
Y en su fondo Pavoroso
Brota a veces luminoso
Un relámpago fugaz

La silueta del trapero
Que a la ventura de Dios;
Va de la fortuna en pos
Hasta vencer o morir

Mas a medida que avanza
Su valor se debilita
Y es dueño de honda cuita
Su angustiado corazón.

Avanza pues presuroso
Aquel hombre de faz yerta,
Y al fin se mira en la puerta
Del tenebroso panteón.

Allí con mortal congoja,
La hora fatal aguarda;
Hora que tal vez no tarda
En sonar en el reloj.

Por fin de repente suenan
Doce lentas campandas,
Cuyas notas compasadas,
Vibran con sordo rumor.

Notas lentas y solemnes
Cuyo sonido retumba
Como el eco de una tumba
Con quejumbroso rumor

Por fin a esperar se pone
Y sin grande dilación
Las puertas de aquel panteón
Se abren de par en par.

continuará...

octubre 26, 2004

El ánima de Sayula - Segunda parte

El ánima de SayulaApolonio Aguilar, trapero de profesión, sufre hambre y miseria. Siendo comer su único vicio harto está de su situación. Sus esposa e hijos sufre el hambre con él y las artes de su oficio no parecen ayudar. Desesperado, busca una solución, y parece haberla encontrado. Esto es lo que a su mujer le dice:

Tú sabes que en esta tierra
Entre la gente de seso
Se cuenta cierto suceso
Que ha causado sensación.

Se dice, pues, que de noche
Al sonar las doce en punto
Sale a penar un difunto
Por las puertas del Panteón.

Que las gentes que lo ven
Huyen a carrera abierta
Y todos cierran la puerta
Encomendándose a Dios.

Que por fin un desalmado
Se encaró ya con el muerto;
Mas de terror quedó yerto,
Patitieso y sin hablar.

Esto lo aseguran todos
Y mi compadre José
Me ha jurado por su fe
Que también al muerto vió.

Y me asegura que el muerto
Tiene la plata enterrada
Y busca gente templada
Con quien poderse arreglar.

Pues bien, me siento con bríos
Para hablarle al mismo diablo,
A ese muerto yo le hablo
Aunque me muera después.

Mucho peor es morir de hambre
Que morir de puro miedo
Y si yo con vida quedo
Seremos ricos después.

"Por Dios! Apolonio" dijo,
Su mujer muy aflijida:
-No juegues así la vida
Deja a los muertos en paz.

"No mujer, no retrocedo,
Es una cosa resuelta;
Si pronto no doy la vuelta
Prepara mi funeral".

Dijo y con paso veloz
Pálido como un difunto,
Salió de su casa al punto,
Camino para el Panteón.

continuará...

octubre 25, 2004

El ánima de Sayula - Primera Parte

El ánima de SayulaBueno, hoy el ánimo no anda como para ponerme a escribir, así que voy a compartir con ustedes una joya de la picaresca popular, procedente de la Provincia de Avalos. Se trata de El Anima de Sayula. A pesar de lo que pueda parecer y a pesar de lo que muchos piensan, el ánima de Sayula no es ningún fantasma o alma en pena, sino un divertido relato en verso, cuyo autor es probablemente el michoacano Teófilo Pedroza. Como los versos son largos, los presentaré en varias entregas a lo largo de esta semana. Espero que les guste.

En un caserón ruinoso
De Sayula en el lugar,
Vive Apolonio Aguilar
Trapero de profesión.

Hace tiempo que padece
Hambre voraz y canina
Y por eso está que trina
Contra su suerte fatal.

No es borracho, ni juega
Solo comer es su vicio
Pero anda mal del oficio
Ni para comer le da.

Cuatro tablas, dos petates
Un bacín roto de barro;
Cuatro cazuelas y un jarro
Son de su casa el ajuar.

Su mujer y sus hijuelos
Macilentos y hambriados
Con semblantes extraviados
Piden pan con triste voz

Pan allí ni por asomo;
Hambre sí, disgustos mil
En aquel chiribitil,
A pasto y a discreción.

Llanto solo de miseria
Que goteando noche y día
Apagó dejando fría
La ceniza del hogar.

Por eso el trapero esconde
Entre sus manos la cara;
Maldice su suerte avara
Que le causa aquel dolor.

Y fijando en su consorte
Su penetrante mirada
Con voz grave y levantada
De esta manera le habló:

"Es preciso que ya cese
Esta situación terrible;
Vivir así no es posible,
Harto estoy de padecer.

Me ocurre feliz idea,
Que desde luego te explico;
Esta noche me hago rico
O perezco en la función.

Escucha y no me repliques
Mi suerte está decidida.
El porvenir de mi vida
Depende de esta ocasión.

continuará...

octubre 22, 2004

Fénix

Ave Fénix
Eres luz que ilumina mi existencia. Tu compañía hace resplandecer mi espacio, alejando las sombras de desatino que me acechan. Con tu visión de vida arrasas las penumbras del desaliento y ahuyentas las sombras del desamor.

Aún la oscuridad más profunda, la que surge de la soledad, es incapaz de resistir el embate de tu luz de optimismo. Una simple frase tuya tiene la cualidad de cubrir con claridad cualquier oscuro rincón que se esconda en mi interior.

Es tu brillo mujer, un brillo casi ancestral, primigenio. Surge desde las profundidades de tu alma, de tu ser. Ese brillo te hace destacar entre multitudes, de la misma manera que se nota tu ausencia.

Pero no eres algo sobrenatural o divino, porque aún tú te has visto atacada por mares de oscuridad, por vastos campos de penumbras. El desaliento no te es ajeno y la desesperación ha sido compañera tuya también.

Pero invariablemente emerges de entre las sombras y vuelves a brillar. Eres como un ave Fénix que resurge de sus cenizas. Y en esos momentos de renacimiento, no hay oscuridad que se resista a dar su espalda ante tu deslumbrante ser.

Eres sol en cada uno de mis días, eres claridad de luna que me reconforta en la oscuridad de mis noches, eres faro que marca camino en mi vida por venir. Eres mujer, mi luz, mi ausencia de oscuridad. Contigo a mi lado me siento, de nuevo, capaz de brillar...

octubre 20, 2004

Deja

EPDNo te apresures mujer,
toma las cosas con calma,
imagina que me acerco a ti
como la brisa en el mar,
flotando en tu ambiente
y tocando tu piel,
piensa que estoy aquí
revoloteando a tu alrededor,
que te acaricio
y te hago estremecer,
suspira profundo
y llena tus pulmones de mí,
deja que me adentre en tu ser,
deja...
déjame hacer...

octubre 18, 2004

Lluvia

EPD - RainTe extraño mucho en estas tardes de lluvia. Sentado frente a una ventana, observo las gotas de agua caer sobre la hierba rebotando como si intentaran regresar a la nube de la cual cayeron... se elevan, flotan, levitan, se mantienen suspendidas por momentos... pero la gravedad es impasible ante sus inútiles esfuerzos por volver a las alturas y finalmente las hace caer a tierra una vez más.

A pesar de ello, cada gota intenta tercamente el viaje de regreso, tal pareciera como si tuvieran vida propia y que esa vida se les fuera en el esfuerzo por regresar a sus orígenes. Sin embargo, el resultado es invariablemente el mismo, y todas terminan por incorporarse a la masa formada por otros miles de gotas que previamente fueron víctimas de la misma suerte.

La lluvia es persistente y el agua comienza a acumularse en las cavidades del terreno formando charcos que reflejan como espejos los últimos vestigios de la luz difusa del atardecer. Finalmente, incapaces de seguirla conteniendo, los charcos se desbordan, y el agua inicia así un nuevo viaje, ahora cuesta abajo. La corriente es débil al principio, pero se alimenta con el concurso de otras corrientes provenientes de charcos cercanos... y así crece y toma fuerza de manera gradual...

Tras la ventana, teniendo como fondo la espectacular danza de gotas saltarinas, observo como el agua comienza a arrastrar todo lo que encuentra a su paso, deslavando el terreno y produciendo un paulatino cambio en el relieve. Y observando el cambio gradual del paisaje no puedo dejar de maravillarme ante la fuerza del agua de lluvia sin freno.

Qué es lo que impulsa a las gotas de lluvia a regresar a la nube que les dio origen? Meditando sobre esta cuestión repentinamente me doy cuenta que las gotas realmente no tuvieron su origen en la nube de la cual se precipitaron, pues antes de convertirse en vapor fueron agua también, y como tal formaron parte de una corriente, de un lago, de un mar, de un océano... y así, de manera casi imperceptible, la metáfora penetra finalmente mi mente...

Reconozco entonces que la esencia de esas gotas cambió radicalmente cuando fueron transformadas en vapor por una fuerza desconocida para ellas, y después fueron elevadas hasta alturas inconcebibles en una jornada increíble y fantástica hasta llegar a un mundo maravilloso y fascinante en la nube que les dio cobijo... realmente no es de extrañarse que quieran volver.

Esta tarde, mientras veo llover, mi mente vaga alrededor tuyo, recuerdo tu rostro sonriente y el sonido de tu voz... y recordándote me doy cuenta que soy como una gota de agua... y que algo en ti que no comprendo cambió mi esencia transformándome en vapor... y que tomándome de la mano me elevaste hasta alturas inconcebibles en una jornada increíble y fantástica hasta el maravilloso y fascinante mundo de tu vida... y es en tu vida donde quisiera permanecer... pero no hay asidero posible y me he precipitado como toda gota de lluvia... expulsado de tu nube y sin posibilidad de retorno...

La lluvia esta tarde deslava el terreno, deslava el paisaje, deslava mi alma, deslava todo menos tu imagen en mi mente... Cada vez que veo llover comparto mi suerte con la lluvia... y pienso en ti...

octubre 13, 2004

Rayo

RayoDeja que mi rayo te ciegue
y que en silencio me acerque
hasta que pueda tocarte
con intensidad creciente
en esta noche sin luna
en que te deseo amante

Deja que mi rayo te alcance
para que invada tu cuerpo
con electricidad quemante
y que estremezca con tiento
la rosada cima de tus montes
y la tibia boca de tu valle

Deja que mi rayo te parta
para poder adentrarme
sin temor a perderme
en esa profundidad húmeda
que invita a ser vencida
y se me ofrece anhelante

Y ahora que te conozco
aunque no quiero dejarte
deja que mi rayo se extinga
y que regrese a su nube
a recuperar el vigor
para volver a buscarte

octubre 11, 2004

Oleaje

Monet - Woman with parasol turn rightEs aún de noche, pero ya las sombras inician su retirada ante la proximidad del alba. La luna se retira también, acompañada de su escolta de estrellas y llevándose consigo su capa de oscuridad, de la cual pende el mundo de los sueños.

Por fin amanece, sale el sol y se sacude la pereza encendiéndose con el resplandor de tu imagen. Con renovada brillantez inicia su tarea diaria, iluminando con su claridad los confines de mi mundo. Su luz, tu luz, alimenta a los seres vivos que comparten conmigo la fortuna de existir en este mundo en el que también estás tú. Y mi mundo se llena de abundancia con tu luz.

Los arroyos, ríos y mares reverberan con el eco de tu risa. Sus aguas se evaporan al recibir tu calor solar, formando nubes cargadas de esperanza y promesas de renovación. Y me llueves en mi mundo de fantasías cubriéndome con tu humedad.

El sol cubre las hojas de los árboles en un abrazo luminoso transmitiéndoles tu esencia, mientras sus raíces se nutren con tu humedad. Estallan entonces en una explosión de flores multicolores que sirven de alimento a las miríadas de pequeños seres que se encargan a su vez de cuidarlas y propagarlas. Y las flores se transforman en frutos que mimetizan la sensualidad de tu piel y la carnosidad de tus labios.

Monet - Woman with parasol turn leftEl viento de tu respiración recorre los campos llevando consigo el perfume de tu piel. Se mueve en forma caprichosa formando remolinos aquí y allá, y las hojas caídas levitan a su paso y toman nueva vida convirtiéndose en mariposas multicolores. Acaricia entonces con levedad de seda los pétalos de cada flor, impregnándolos con tu fragancia y cubriendo los campos con tu aroma.

Los pastizales se mecen ante el paso de tu brisa formando corrientes en un mar con multitud de tonalidades de verde. Y en ese ir y venir, cada tallo, cada espiga, describe una danza primigenia cuya cadencia recrea la naturaleza de tus pasos. ¡Qué bello es ese oleaje herbal que copia la esencia oscilatoria de tu andar!

octubre 07, 2004

La túnica

EPD - Anciano con túnica
Disculpe usted, no fue mi intención empujarlo, es que estaba a punto de perder el equilibrio. La culpa la tiene esta túnica que desde hace algún tiempo tiene la mala maña de enredarse entre mis piernas, y si no estoy al pendiente me hace caer.

Es una túnica vieja y ajada, pero precisamente porque ha estado mucho tiempo conmigo es que la aprecio tanto. La heredé de mis padres y en ocasiones siento como si formara parte de mi mismo. En un principio la tela era blanca y limpia, agradable a la vista y más agradable aún al tacto. Toda ella daba la sensación de algo nuevo, como un lienzo en blanco listo para recibir las primeras pinceladas de una obra de arte, o una hoja de papel en espera de las primeras letras de una gran obra literaria.

Pero con el tiempo mi túnica se ha ido deteriorando. Lamento decir que es innegable el efecto del paso de los años. La blancura original se ha perdido y ahora tiene un aire percudido que no le he podido quitar. Y es que hay mucha suciedad en esta ciudad. Las calles están llenas de polvo, el excremento de los perros, ratas y humanos es casi imposible de sortear y el sol casi nunca es capaz de atravesar las espesas capas de humo que fábricas y autos arrojan al cielo de manera continua. No hay tela que pueda conservar su blancura en este ambiente.

La suavidad de la tela se ha ido perdiendo también, ahora es áspera como estas manos callosas, como lo áspero de un camino campestre. Y al igual que un camino en el campo, tiene hoyos por todos lados… y es que se me atora en los lugares más inesperados y, cuando me doy cuenta, un trozo de ella ya se quedó atrás colgando de una espina, en un clavo o en los dientes de algún perro vagabundo que no tiene otra cosa mejor que hacer que fastidiar a los transeúntes.

Es muy duro para mí observar los estragos que le causa el tiempo. Después de todo fue una herencia de mis padres… Sí, es verdad, creo que ya se lo había dicho…pero bueno, yo siempre me mostré orgulloso de mi túnica y por ello nunca dejé pasar una oportunidad de mostrarla a los demás. En más de una ocasión recibí comentarios favorables y ello me llenaba de orgullo. Para mí es algo grande ser el poseedor de una túnica que llame la atención de los demás.

Y es que esta túnica no es algo ordinario. Hasta hace algunos años, si se le observaba con atención en la oscuridad, era posible captar destellos de luz que la hacían ver como un cielo estrellado. En ciertas ocasiones parecía como si estuviera cargada de fuegos artificiales, en otras daba la impresión de que fuera una ciudad nocturna con miles de luces moviéndose de un lado a otro y con lámparas brillando aquí y allá. Incluso llegué a pensar que era una fiel representación de la Vía Láctea, formada por millones de estrellas sobre un fondo blanco como la leche. Sin embargo, las luces también han menguado con el tiempo, como si los fuegos artificiales se estuvieran extinguiendo o como si las luces móviles hubieran emigrado de la ciudad, dejando solo unas cuantas lámparas, y las más de ellas con sus bulbos fundidos. Más que una galaxia, mi túnica comienza a parecer una constelación de estrellas viejas que se apagan.

No lo tengo claro del todo, pero me parece que era todavía un niño pequeño cuando decidí utilizar la tela de mi túnica para registrar mis recuerdos. Y es que la tela siempre me pareció como una hoja en papel en espera de las primeras letras de… ah, ya se lo dije antes… bueno, no importa, total que decidí usarla realmente para escribir, aunque lo que registrara en ella no llegara a ser una gran obra. Todo lo que en su momento me pareció importante lo escribí en un pequeño trozo de su nívea superficie. Mi túnica se convirtió en mi diario y este diario lo escribí con una tinta especial, que sólo puede verse si se le ilumina con esta linterna de luz especial. Y es que no quería andar por ahí mostrando mis recuerdos a todo el mundo. De esta forma sólo yo los vería, y conmigo aquellos con los que quisiera compartir algún recuerdo especial.

Mire usted, déjeme mostrarle. Aquí tengo registrado el día en que perdí mi primer diente, yo era muy pequeño pero aún lo recuerdo porque mi padre dejó una moneda bajo mi almohada y me dijo que un ratón me había cambiado el diente por la moneda. Nunca le dije que yo no estaba dormido cuando puso la moneda… le hubiera destruido la ilusión y tal vez el ratón ya no hubiera llegado cuando le tocara el turno a mi hermanita. Me parece que también apunté ese día… me refiero a cuando mi hermana perdió su diente, pero hace algunos días busqué el registro y no lo pude encontrar. Me parece que estaba justo aquí en este agujero… parece que perdí uno de mis recuerdos cuando la túnica se me atoró en algún lado.

En este otro trozo tengo anotado el momento en que conocí a la mujer con la que más tarde me casé. ¡Ah, era bella como ninguna! Nunca he dejado de considerarme el hombre más afortunado del mundo por haberla conocido. Los recuerdos de todo lo que viví al lado de ella están aquí, en la parte de la túnica que me queda a la altura del corazón. La verdad es que esta parte de la tela la reservé justo para registrar todas esas experiencias. Uno siempre sueña con casarse y tener una buena vida al lado de la pareja ideal, así que temprano decidí reservar ese espacio para cuando sucediera.

No, no señor, cuando digo que era bella no me refiero que su belleza haya menguado con la edad... lo que pasa es que ella murió hace algunos años. Desde entonces he estado solo, sin nada mejor que hacer que revisar una y otra vez los recuerdos de mi vida a su lado. Con eso me entretengo largo rato, porque nuestra vida juntos fue larga y satisfactoria. Mire usted, los recuerdos se extienden desde la altura del corazón, hasta la parte inferior de la túnica. Justo aquí, en la parte de abajo, está el recuerdo de cuando la perdí. Si supiera usted cuanto la extraño...

Bueno, mejor sería hablar de otras cosas, tengo recuerdos de todos tipos registrados en esta túnica, y si usted quiere podemos ver algunos de ellos. Los hay de momentos de felicidad, de episodios de enojo, de experiencias decepcionantes y alegrías fulgurantes. De todo un poco, como en botica...

Sí, tiene usted razón, creo que ya es tarde y debiéramos regresar al edificio. Caminar por este jardín es realmente agradable a pesar de que la túnica se me haya atorado un par de veces en los rosales, pero la noche aprieta y hace frío, y esta túnica llena de agujeros ya no ofrece tan buen cobijo. Además, mi esposa debe estar esperandome para cenar... ¿Cómo?... ¿Que mi esposa ya murió? ... ¿De dónde saca semejante tontería? Ella debe estar preparando la cena justo en este momento... ¡Por supuesto que estoy seguro, sólo eso me faltaba!...

No señor si ella hubiera muerto yo lo hubiera registrado en mi túnica... ¿dónde dice usted?... ¿en la parte inferior?... ¡pero si aquí lo único que hay es un agujero!... ¿que se quedó un trozo en los rosales?... yo creo que usted está demente... será mejor que me vaya...

octubre 06, 2004

Lágrimas

EPD - Waiting


Bajo la noche me llueven

lágrimas en el alma...

lágrimas de sangre...

lágrimas de dolor...

muero lentamente mientras

espero que me olvides.


octubre 04, 2004

Mundo fantástico

Franz Miklis - Twilight Earth
Las frases se acumulan en mi interior, no pueden salir, se aglomeran, buscan un resquicio para escapar y mostrarse, pero no lo encuentran y furiosas giran en remolinos de impotencia. Y se convierten en frases incoherentes, en colecciones desordenadas de palabras, en ideas desarticuladas y carentes de sentido. Todo pensamiento se contiene, se cerca, se amarra, se revuelve, se analiza a sí mismo incapaz de escapar porque no tiene a donde ir, porque no tiene destino.

Querer una idea, enamorarse de ella, no la hace real. Vivir en la fantasía que linda con la realidad no hace el vivir menos fantástico. Ayer hice un recuento de mis realidades y no encontré ninguna. Estoy viviendo en un mundo de fantasía con fronteras de realidad. Y me doy cuenta que en este mundo sólo existo yo.

Me puse entonces mi sombrero de explorador y cruce las fronteras esperando encontrar un mundo desconocido pero real. Sin embargo, lo único que encontré fue un mundo vacío. Más allá de las fronteras de mi mundo fantástico no existe otra cosa que las fantasías de los demás.

Comprendí entonces que esas fronteras son tan imaginarias y fantásticas como el mundo en el que habito y que están ahí simplemente para separar mis propias fantasías de las de esos seres fantásticos que habitan más allá.

Seres de mundos tan distantes como fantásticos, pero que se vuelven reales cuando sus fantasías y las mías se funden en una sola, rompiendo las barreras y eliminando esas fronteras de realidad para dar lugar a un mundo fantástico pero compartido. Un mundo fantástico de dos, una fantasía compartida.

Recuerdo tiempos ancestrales en los que habité uno de esos mundos compartidos. Un mundo sin fronteras fusionado con otro aún por explorar. Y te recuerdo a ti como única habitante de ese que, por momentos, también fue mi mundo.

Mis recuerdos me dicen que ese fue un mundo bello pero breve, efímero, destruido por esas inclementes y despiadadas fronteras con la realidad que cotidianamente se encargan de destruir los mundos compartidos. Y eso sucedió hace tanto tiempo, hace tanta eternidad que se me ha acumulado la nostalgia, porque ese mundo era tan fantásticamente bello, que mi fantasía actual parece gris.

Y es que ahora me encuentro sólo una vez más, rodeado de realidad en esta fantasía donde mi única compañía es el recuerdo que tengo de ti, de esas imaginarias horas a tu lado, de las inexistentes ocasiones en que te abracé, de los fantásticos momentos en que nos besamos.

Pero tu cuerpo y tus labios eran tan reales...