marzo 29, 2005

No es que piense en ti...

Camino por el campo con mis pies descalzos sintiendo el roce de la hierba alta en mis pantorrillas. Avanzo siguiendo un arroyo de agua transparente, pero los pies se me cubren de un polvo claro, de ese polvo que registra el paso de los años cubriendo las cosas que antes eran limpias y claras... De igual forma los recuerdos se van empolvando con el paso del tiempo, oscureciendo las imágenes de lo que algún día sucedió... Después de varios minutos de caminata, mis pies agradecen el merecido respiro fuera del rígido calzado que cada día los encarcela. Camino sin prisas, dejando que mis pensamientos floten a mi alrededor junto con el polvo. Pensamientos empolvados... polvo de olvido... eventos que se pierden entre una nube de obstáculos mentales...

Camino sobre la hierba mientras dirijo mi mirada hacia la línea del horizonte... rescato con velocidad de luz tu recuerdo para sacudirle el polvo y sacarle lustre nuevo... pero no es necesario... tu recuerdo permanece limpio porque no lo conservo en mi mente sino en mi corazón. Te siento cerca mientras mis pies se llenan del polvo de esta campiña soleada y tu recuerdo flota a mi lado al mismo tiempo que el ambiente se llena de tu presencia. Una caminata bajo la luz solar es de alguna forma una experiencia nueva para alguien que prefiere moverse entre las sombras de la noche y bajo el amparo de la pálida luz de la luna. Te pienso en cada mirada que dirijo al paisaje que me rodea y las ondulaciones del terreno me transportan hasta las curvas naturales de tu cuerpo mientras las flores se perfuman con el aroma de tu piel, el firmamento adquiere la claridad de tu mirada, el sonido del arroyo recrea la suavidad de tu voz y los pájaros imitan la música de tu risa franca y alegre... te siento muy cerca... pero no es que piense en ti...

No es que piense en ti cuando te pienso... no es que me alegre al navegar con velas desplegadas en la corriente sobre la cual se desliza tu sonrisa, sino que lo hago por saber que tu sonrisa se dirige a mí... no es que sienta el vértigo de lanzarme hacia las profundidades de esa mirada diáfana que emerge de tus ojos oscuros, sino que lo hago por saber que en esas profundidades se encuentra el origen de tu belleza serena... no es que me pierda en los recovecos de la hermosa y laberíntica extensión de tu cuerpo desnudo, sino que exploro cada palmo de tu piel para extraer los suspiros de amor y placer que alimentan mi propio deseo... no es que me resguarde del frío nocturno cubriéndome con el manto suave de tu oscura y sedosa cabellera, sino que lo hago para adornar mi desnudez mientras nuestras pieles se unen formando un solo paisaje iluminado por la luz de las estrellas... no es que perciba el aroma perfumado de tu piel cuando mis labios te recorren entera en sueños, sino que lo hago porque mis labios se nutren con cada estremecimiento de placer que se genera mientras recorren las partes más íntimas de tu cuerpo...

No es que piense en ti cuando te pienso... sino que cuando te pienso vivo en ti.
Noctámbulo