octubre 04, 2004

Mundo fantástico

Franz Miklis - Twilight Earth
Las frases se acumulan en mi interior, no pueden salir, se aglomeran, buscan un resquicio para escapar y mostrarse, pero no lo encuentran y furiosas giran en remolinos de impotencia. Y se convierten en frases incoherentes, en colecciones desordenadas de palabras, en ideas desarticuladas y carentes de sentido. Todo pensamiento se contiene, se cerca, se amarra, se revuelve, se analiza a sí mismo incapaz de escapar porque no tiene a donde ir, porque no tiene destino.

Querer una idea, enamorarse de ella, no la hace real. Vivir en la fantasía que linda con la realidad no hace el vivir menos fantástico. Ayer hice un recuento de mis realidades y no encontré ninguna. Estoy viviendo en un mundo de fantasía con fronteras de realidad. Y me doy cuenta que en este mundo sólo existo yo.

Me puse entonces mi sombrero de explorador y cruce las fronteras esperando encontrar un mundo desconocido pero real. Sin embargo, lo único que encontré fue un mundo vacío. Más allá de las fronteras de mi mundo fantástico no existe otra cosa que las fantasías de los demás.

Comprendí entonces que esas fronteras son tan imaginarias y fantásticas como el mundo en el que habito y que están ahí simplemente para separar mis propias fantasías de las de esos seres fantásticos que habitan más allá.

Seres de mundos tan distantes como fantásticos, pero que se vuelven reales cuando sus fantasías y las mías se funden en una sola, rompiendo las barreras y eliminando esas fronteras de realidad para dar lugar a un mundo fantástico pero compartido. Un mundo fantástico de dos, una fantasía compartida.

Recuerdo tiempos ancestrales en los que habité uno de esos mundos compartidos. Un mundo sin fronteras fusionado con otro aún por explorar. Y te recuerdo a ti como única habitante de ese que, por momentos, también fue mi mundo.

Mis recuerdos me dicen que ese fue un mundo bello pero breve, efímero, destruido por esas inclementes y despiadadas fronteras con la realidad que cotidianamente se encargan de destruir los mundos compartidos. Y eso sucedió hace tanto tiempo, hace tanta eternidad que se me ha acumulado la nostalgia, porque ese mundo era tan fantásticamente bello, que mi fantasía actual parece gris.

Y es que ahora me encuentro sólo una vez más, rodeado de realidad en esta fantasía donde mi única compañía es el recuerdo que tengo de ti, de esas imaginarias horas a tu lado, de las inexistentes ocasiones en que te abracé, de los fantásticos momentos en que nos besamos.

Pero tu cuerpo y tus labios eran tan reales...

10 Comments:

Blogger Unknown said...

Eduardo: palabras que remueven, trastocan y desdoblan los sueños y las cicatrices que doble (con sumo cuidado), depositándolos en el baúl del olvido...pero lo has dicho de tal forma, has abierto el cofre de tan dulce manera..que el dolor se convierte en miel que curar el alma...amigo ¡Que bello texto!!´, gracias por compartirlo...(lo senti tan tuyo...)

¡Recibe mi emotivo abrazo!!

Pieladentro

1:25 p.m.  
Blogger Noctámbulo said...

Querida Pieladentro, no era mi entención abrir ese cofre, pero me imagino que es inevitable cuando compartimos este tipo de cosas. Solo agradezco haberlo hecho de tal forma que no te causara daño. Amiga mía, recibo tu abrazo y te mando un beso.

4:55 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

A pesar del daño que pueda hacernos el volver a visitar esos mundos nuestros, siempre es dulce, al final, curar las heridas reales con recuerdos de mundos imaginados, soñados o vividos. Es como la hojarasca del otoño, que al pudrirse produce un mundo de hongos, comestibles o no, pero vida al fin.
Un abrazo.Muralla
http://muralla.blogs.com/la_muralla/

7:06 a.m.  
Blogger Unknown said...

Murallita, Noctambulo, Cierto del dolor, se aprende e incluso la muerte nos permite ver que la vida abre paso como en tu ejemplo amiga, ¡Caray que rica charla!, bueno como veo doy, yo pongo el café y seguimos, vale?

Abrazo festivo porque estoy contenta.

Pieladentro

12:56 p.m.  
Blogger Noctámbulo said...

Muralla querida, solo quisiera agregar que es verdad que curar heridas reales con nuestros recuerdos es dulce, pero algunos recuerdos hacen que las heridas abiertas se hagan más profundas. Un cálido abrazo.

Vale Pieladentro, te acepto el cafecito, yo ofrezco unos pastelillos para continuar la charla. Por cierto, dónde me comunico contigo para explicarte como incluir los enlaces? Un abrazo.

4:42 p.m.  
Blogger Noctámbulo said...

Bienvenida como siempre, Magda. De acuerdo con lo que dices, toda historia nuestra es parte de lo que somos. Son nuestras historias lo que nos definen, en parte al menos, como personas. Un abrazo afectuoso.

7:38 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya,escondida que esta esta galeria, me parare un rato por aqui, con permiso..
saludos a todos y todas.
el afilador

11:31 a.m.  
Blogger Noctámbulo said...

Bienvenido afilador... Ojalá y te guste lo que encuentres aquí... Espero pagar la visita muy pronto. Saludos

12:11 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo bonito es esta capacidad de percivir otras realidades, aparte de la que creemos que es la unica. El pasado, o futuro, estan presentes pero en otra realidad que está, sencillamente, a nuestro alcance siempre. Digo pasado y futuro porqué en nuestra realidad solo conocemos estos conceptos en el tiempo. Seguramente hay otros, tienen que haber otros niveles, realidades, mundos. ESta impresión que esta vida es un sueño y que nuestra verdadera vida está pasando en otro lugar, en otra realidad.

Un beso,
llydia

12:51 a.m.  
Blogger Noctámbulo said...

Llydia. Mundos alternativos en tiempos distintos, otras dimensiones, otros planos, o como se les quiera llamar están ahí. Tratar con ellos es un poco como manejar los mundos mentales a los que hacía referencia John Lennon. Estoy de acuerdo contigo, lo bonito es cuando dos concepciones distintas coinciden en "tiempo" y "lugar", cuando de dos realidades hacemos una. Un gusto enorme verte por aquí. Besos.

9:09 a.m.  

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